CARTAGENA mmmmm, me huele a……
Solo con el hecho de rememorar esta bella y colonial Cartagena de Indias con sus murallas, playas y palmeras de rico atardecer, mis recuerdos gustativos empiezan a correr desbocadamente de una manera en que se mezclan los sabores, olores y texturas de esa rebozante olla podrida Cartagenera. Las influencias árabes, italianas, africana, española, francesa y nativa, dan como resultado un exquisito crisol de sabores, para disfrute de los nativos e ilustres visitantes.
El aroma de las frutas tropicales, corozo,
mamey, tamarindo, maracuyá, zapote, mamón y muchas mas da lugar a refrescos,
cocteles de frutas o sorbetes que
alivian esos sofocantes calores y nos preparan para los grandes condumios al
medio día bien sea bajo un palo de mango en un refrescante y ventilado solar o
un comedor bajo la fresca brisa de unos abanicos que con su suave batir nos arrullan y
preparan a disfrutar esa amalgama de sabores fruto de ese caldero cultural.
Que mas que un tradicional refresco de corozo
con su bello morado papal que terminamos
convirtiendo en un vino tropical para sentarnos a degustar esas viandas
maravillosas como un mote de guandúl con leche de coco al que yo no puedo dejar
de agregarle una buena cucharada de suero costeño.
Por que no una bandeja cubierta con una hoja de
plátano sobreasada para unas carimañolas de yuca rellenas de esa exquisita
mezcla de carne de cerdo y res, al son de las cebollas y el ají dulce. Unas
empanaditas de huevo de maíz amarillo,
unos buñuelitos de frijolito cabecita negra y los que no pueden dejar de hacer
presencia en mesa de frituras que se respete, los chicharrones de cerdo con su piel crocante que acompañaremos con los
deliciosos bollos de mazorca, de yuca o uno de maíz negro endulzado con panela
llamado Bollo Negrito. Eso si que no falte para acompañar estas delicias el
suero con ají o ají de aguacate.
La Carne Puyáa
podría hacer su aparición en esta
mesa con su olor a ajos, vinagre, tomates y cebollas acompañada de unos
aromáticos platanitos en Kola Román y un arroz clavado de queso costeño.
Para terminar un paseo por el portal de los
dulces al atardecer y deleitarnos con esas delicias que encontramos de las
manos de esas preciosas dulceras. De guanábana, de marañón, de mamey, bananos pasos, las cocadas con el aroma del coco
y el dulce de la panela, el caballito de papaya verde, las bolas de tamarindo,
en fin un sin fin de confituras y dulces para deleitar nuestro cuerpo en pena
después de pantagruélico festín.
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